Recuerdo como si hubiera sido
ayer el día en el que te conocí, desde ese día que me hablaste por primera vez
quedé perdidamente enamorada de ti, y hoy que ya pasaron algunos años lo sigo
estando.
En el momento en el que me
dijiste que tus sentimientos por mi eran los mismos que yo sentía por ti
hicieron que mi corazón diera un salto de alegría, pues al fin estaría con mi
hombre amado, y nada mi nadie nos separaría.
Hasta este momento mi sueño se ha
cumplido, porque nada nos ha alejado uno del otro, nuestro amor se ha vuelto
muy fuerte, y así lo estará por siempre y para siempre.
Con cada año que he vivido a tu
lado, me he dado cuenta que nunca había sido tan feliz con nadie como lo soy
contigo, amor de mi vida, y no me arrepentiré nunca de haberte elegido a ti
como mi compañero, pues a tu lado conseguí y encontré verdadero amor y
felicidad.
Hoy es el día de tu cumpleaños, mi
vida, y quería darte el mejor regalo que se puede dar.
Hace tiempo tú me regalaste tu
corazón, así que ahora soy yo la que te entrega el suyo, corazón amado, para
que siempre te acompañe y te apoye cuando más lo necesites, recuerda que
también yo estaré siempre para ti
Te deseo, mi dulce amor, que
tengas un muy feliz cumpleaños, en el que yo siempre estaré a tu lado como lo
he estado desde el día en que nos conocimos.
Quiero que sepas que cada caricia
tuya, cada beso y cada palabra son tesoros invaluables para mí, y son todos los
regalos que quiero de ti.
Gracias por ser el mejor novio
del mundo, por ser el hombre que me ha traído tanta felicidad, Le pido a Dios
que te dé siempre muchos, muchos, muchos años de vida.
Recuerda siempre que todo lo
escrito en esta carta es lo que honestamente siento por ti, pues desde el primer día te amé
mucho, con todo mi ser.
Deseo con todas las fuerzas de mi
alma que tengas un muy feliz cumpleaños, estaré todo el día a tu lado para
acompañarte, amor de mi vida.
Te amo para siempre, te amé desde
el primer día y te amaré para toda la eternidad.
Muchos besos para mi bello
príncipe.