Amigo mío,
¿Recuerdas todos los juegos que
teníamos de pequeños? Y es que nosotros nos conocimos cuando solo éramos unos
niños; jugábamos y reíamos juntos, todos esos recuerdos los tengo en mi mente
como si hubieran sido ayer.
Siempre nos ayudábamos en todo y
hasta nos prestábamos los útiles en el colegio.
Sn embargo, pasó lo que tenía que
pasar y nos hicimos adultos, inevitablemente tuvimos que tomar caminos separados,
pues formamos nuestra propia familia, pero eso no significaba un cambio total
ya que siempre que queríamos podíamos reunirnos y conversar sobre cómo iban
nuestras vidas.
Aun así, el destino nos había
demostrado que todo lo que nos enseñaron nuestros padres era cierto y siguiendo
sus enseñanzas logramos hacer muchas cosas y vimos como nuestros sueños
llegaron a cumplirse, y hoy estás en el extranjero.
Por mi parte, te felicito por
todo, amigo, tus metas han sido ya casi cumplidas y tu familia es feliz y digna
de admirar.
El futuro y el destino nos tenían
guardadas muchas sorpresas y en ese país lejano tu vida ya está hecha.
Estoy seguro de que se cumplirán
en su totalidad todos tus deseos y sueños, y tu familia tendrá la suerte de
tener la felicidad que tanto se merece,
lo cual me alegra mucho.
Después de todo, quiero que sepas
que te extraño mucho; cada vez que recorro los lugares por donde caminábamos y
jugábamos pienso en ti y me da mucha nostalgia saber que momentos como esos
jamás regresarán y es allí en donde me entra la interrogante de que si en algún
momento de nuestras vidas podremos volvernos a ver.
Quiero que sepas que te considero
como mi hermano y solo espero que el tiempo y tus experiencias no hagan que te
olvides de mí; espero que nunca olvides que en este país te espera un buen
amigo que siempre pensará en ti.
A mí la vida también me empieza a
sonreír, y así como tú estoy cumpliendo todos mis sueños, lo que me hace
recordar que todas las expectativas que teníamos de niños nunca fueron en vano,
ahora sabemos que si ponemos todo el esfuerzo necesario, los sueños pueden
llegar a hacerse realidad; juntos logramos muchas cosas, por lo que siento que
mi vida no está completa sin haber compartido parte de mi vida con alguien como
tú.
Sin más que decirte, te mando un
gran abrazo y espero que el día de nuestro reencuentro no esté tan lejano, te
quiero, amigo.
Hasta pronto.