Conforme pasan los días me doy
cuenta de que tenemos más cosas en común de las que pensaba, y algunas
diferencias que no me han impedido seguir amándote como el primer día. Te has
convertido en algo tan importante para mí, que ya no puedo imaginar como sería
mi vida de no haberte conocido. Llegaste para cambiarla hasta en los detalles
más mínimos, de una manera maravillosa.
Desde el primer momento en que
empezamos a convivir, me hiciste mirar las cosas de una forma distinta. Y es
que esa manera de ser tuya me cautivó, pues nunca antes he conocido a nadie que
sea tan especial como tú. Haces que todo a mi alrededor tenga sentido.
Los minutos de espera para cada
una de nuestras citas, los mensajes de texto, las llamadas telefónicas, esas
palabras que nos decimos en privado porque sabemos que solamente son nuestras.
Cada momento y lugar que hamos compartido, para crear instantes que jamás se me
han de olvidar. Tienes una manera poderosa de influir mis opiniones y mis acciones.
Me gusta como tu mirada recorre
mi rostro, porque a tu lado me siento la persona más afortunada del mundo y
también la más capaz.
Solo quisiera que esto no
terminará nunca, porque a pesar de que somos jóvenes, me imagino disfrutando de
la vida a tu lado. Vivir para estar junto a ti. Pasar por las etapas que nos
esperan más adelante, aunque haya momentos difíciles y dolorosos. ¿Sabes? Nada
me gustaría más que consolarte cuando te quedes sin fuerzas, sostenerte cuando
parezca que no podrás estar más de pie.
Siempre haré lo que sea para
protegerte y eres consciente de eso. Y si tengo que apartarme de tu lado,
creéme, no será por decisión mía, aunque espero que nunca pase.
Y es que te amo como no tienes
idea.