quedando espacio en mi mente solo para tu memoria
que hará eco en mi corazón hasta el final de mis días
pues son tus ojos y tus labios el reflejo de mi imaginación
que se pasa las horas pensando en ti y el sonido de tu voz.
A veces me encuentro en soledad ante un largo sendero
donde no me espera más que una búsqueda eterna
en la que espero encontrarme con el calor de tus brazos
sin embargo, en más de una ocasión camino errante
dejándome llevar a ningún sitio por el incansable trayecto.
Con el cambio de estaciones se desvanecen mis recuerdos
pero prevalecen mi esperanza y las ganas que tengo de volver
a ti
el tiempo transcurre sin prisa pero decidido
robándome los segundos que tengo para rememorar tu figura
y sumergiéndome en un destino incierto.
Podría pasar la vida entera esperando por tu presencia
sin la cual mis días no son más que una isla desierta
las páginas en blanco de un libro que no encuentra desenlace
el paso de las manecillas de un reloj que se encuentra
descompuesto
un jardín que ya dejo de florecer.