Momentos felices



Los instantes que pasamos en compañía a lo largo de los años, son los que me han mantenido con las ganas de vivir con alegría conforme pasan los días. Tú me mostraste a ser valiente cuando las cosas se ponían feas, y que no importaba lo que dijeran los demás de mí, porque tú siempre estarías ahí para ayudarme y comprenderme. Una y otra vez, cada vez que me caía por mis propios errores.

Momentos felices que se mantienen en mi memoria y que permanecerán ahí, aunque pase un millón de años. Risas que hicieron mis problemas más llevaderos y lágrimas que lloré en tu hombro, porque a veces aunque me cuesta admitirlo, era y sigo siendo débil.
No me imagino el no contar ni un solo minuto con tu valiosa amistad. De todas las personas que me rodean, tú siempre fuiste la más sincera, porque no tuviste miedo de mostrarte tal cual eres y me infundiste el valor para hacer lo mismo.

En ocasiones me cuesta enseñar a los demás, lo que verdaderamente siento y mi auténtica personalidad. ¿Sabes? El hecho de que todos te juzguen o hablen a tus espaldas, es algo que me enferma. Pero tú jamás lo has hecho de ese modo, porque todo el tiempo sabes mirar lo más positivo de mí; aunque sé que tengo muchos defectos.
No tienes idea de cuanto significa eso para mí. Ni las cosas que he sido capaz de lograr, solamente porque sé que puedo contar conmigo, y que no te moverás jamás de ahí, aunque sea yo quien llegara a pedírtelo. Creo que nunca voy a dar con la forma correcta para poder agradecertélo.

La vida no pudo haber puesto a alguien mejor en mi camino, para que me enseñara el significado verdadero de la amistad. Por eso y más, siempre serás importante para mí.